Noticia23/06/2019

Una Propuesta Para La Vida

SEMANA DE CARIDAD 2019 Cáritas lanza una Campaña Institucional para celebrar el Día de Caridad y el Día del Corpus Christi

¿Qué celebramos?

Celebrar la Eucaristía es celebrar y hacer presente la vida que Jesús entrega por amor a toda la humanidad y que se hace presente en el pan y el vino cada vez que nos reunimos en torno a su mesa.

Celebrar el Día de Caridad significa partir y compartir el pan en comunidad, responder a la propuesta de vida que Dios nos hace para aprender a vivir como hermanos, con el corazón y el alma en atenta mirada hacia los demás, para dar la vida y hacer propia la misión de Jesús: amar al mundo y mostrarle lo que Dios le ama.

Vivir la caridad es saberse amado por Dios y ser capaz de verle reflejado en los demás, en la Creación, en las personas más pobres, vulnerables y excluidas de nuestros lugares cotidia­nos, dejarse tocar por sus vidas y aprender a mirar y a escuchar el sufrimiento y el dolor de los demás, sin miedo, para conmovernos y no pasar de largo.

Una propuesta para la vida

Tenemos la oportunidad de renovar nuestro “Sí a Jesús”, para reactivar nuestro seguimiento y el compromiso con su misión, para dar vida y multiplicarla y ser vida para otros. Como comunidad cristiana y como Cáritas, es el momento de renovar nuestra forma de vivir el compromiso con las distintas realidades de nuestro mundo para mejorarlo.

Estamos llamados a ir moldeando nuestra vida, el tipo de decisiones que tomamos a nivel político, social y económico, la forma de consumir y de emplear el dinero, la forma en que nos relacionamos con los demás, nuestras actitudes en el trabajo y en las actividades que realizamos, la forma en que empleamos el tiempo… Todo ello conforma nuestra manera de ser y estar en el mundo, y la manera de ser al estilo cristiano, al estilo de los seguidores de Jesús, pasa por:

▶ vivir desde la gratuidad y la donación.

▶ vivir desde la hospitalidad y la acogida.

▶ vivir desde la tolerancia y el respeto.

¿Qué podemos hacer?

Es hora de dar gracias por el año vivido y de reconocer el paso de Dios por nuestras vidas, por los proyectos, por las personas.

Abre la puerta. Es hora de exponerte a la realidad del mundo más allá de lo que ves o escuchas en los medios de comunicación. La realidad viene cargada de mensajes que quieren decirte algo. Jesús hoy, nuevamente, dice: “Estoy a la puerta y llamo”.

No tengas miedo. Vivimos rodeados de muros y fronteras que pensamos nos protegen pero, en realidad, nos paralizan y nos asfixian porque hacen que el miedo crezca en nosotros. Es hora de aprender a confiar, creer de nuevo en la bondad y en el amor, darnos la posibilidad de relacionarnos con los demás desde la acogida para salir de nuestras zonas de confort y ser capaces de encuentro y comunión.

Déjate tocar. Para dejarte tocar por la realidad tienes que conocerla y dejar a un lado prejuicios y estereotipos, imágenes o ideas que nos hemos fabricado de forma superficial.

Ponte en marcha y camina en comunidad. “Id y anunciad a todos la buena noticia”, esto nos dice de nuevo Jesús, para levantarnos de los asientos y ponernos manos a la obra, para hacer posible la amistad, la fraternidad y la solidaridad que se tejen en red que nos compromete y nos salva